relatos de una noche de verano

parecía mentira que estuviera aquí...desnuda entre mis brazos...


desfallecidos y agotados por aquel baile de deseo donde nuestros cuerpos desnudos se movían al ritmo de nuestros corazones embravecidos en una danza cada vez mas frenética hasta alcanzar un paraíso de éxtasis y al final caer rendidos entre sabanas húmedas y golpeados por las zarpas de un aire gélido que intentaba sosegar aquella orgía de sentimientos...

pero...que hacia de este momento algo tan especial? ya había disfrutado de esta danza destructora de la razón y creadora de vida...había sentido esto con otras personas pero algo hacia que este momento fuera distinto, único, algo impregnaba el aire con una melodía especial, algo hacia que el tiempo se detubiera y que no quisiera abandonar ese templo de tan mitificados placeres terrenales...

era ella

su sola presencia alteraba el tiempo y la realidad a mi alrededor

ella...que durante tantísimo tiempo, aun formando una parte importantísima de mi vida, había sido terreno betado, algo prohibido.

amigos desde siempre, ahora estábamos ahí, compartiendo algo mas que un momento de paz juntos.

sabia que si se había entregado a mi, no seria para evadirse de la pena de este mundo gris dándose un baño de placer efímero, sabia que si lo hacia era por que la amistad que nos unia desde hace tanto era ya un sentimiento mas poderoso.

ella me saco de mis pensamientos abalanzandose sobre mi y abrazándome con fuerza, besandome en el cuello hasta morder con fiereza, su melena negra cubría mi rostro como una cortina de terciopelo, intente decir algo pero ella me callo con sus labios húmedos y ardientes mientras su mano se deslizaba torso abajo recorriendo todos los detalles de mi delgada silueta.
la forcé cogiéndola de sus delicadas manos hasta ponerla bajo mi cuerpo, solo me detuve un momento, para contemplar el suyo, delgado...fragil...precioso...
se logro soltar de mi aprovechando mi momento de fascinacion por ella y me araño en el pecho, yo ataque su cuello, ella me agarraba con furia inhumana...
una vez mas fuimos uno solo
bailando aquella ardiente danza de placeres animales
su cuerpo se encorvaba con cada sacudida, mis músculos se tensaban hasta sentir el fuego del dolor y el placer recorriéndome de los pies a la cabeza, los gritos y gemidos encumbraban a cualquier sonido que pudiera oírse dentro de la habitación con su música erótica y desgarrada

entre abrazos, besos, caricias
y bonitas palabras
pase el resto de mis días con ella


dime musa mia, es de tu agrado?