Delirio

Estaba lloviendo.
No era una lluvia demasiado fuerte, sólo pequeñas chispas de agua que se dejaban caer vagamente sobre el mundo.
La ciudad seguía su rumbo, sin inmutarse de la lucha interna que se libraba en la plaza de toros.
Estaba llena de charcos y de gente, todos con paraguas, ocupados, concentrados en sus problemas. Sin embargo, alli, en el centro, cerca de la parada de metro de Xátiva habia una chica con un comportamiento extraño: estaba bailando alli en medio, girando sobre sí misma, dando patadas a los charcos, salpicándose el agua, mojandose el pantalon y la cara.
Cantaba a gritos una canción y, aunque todo el mundo le miraba, estaba tan enajenada que le daba igual: "Y OTRA VEZ PREGUNTARÉ MIENTRAS SE VA Y NO HABRÁ RESPUESTA!! Y SI ESA QUE SE ALEJA, LA QUE ESTOY PERDIENDO...Y ESA ERA? Y SI FUERA ELLA??"
y se reía, reía mientras salpicaba en los charcos.

La lluvia comenzaba a intensificarse, empapándola, la gente se apresuraba a resguardarse, y cuando llegaban a su altura, la miraban con los ojos muy abiertos y pasaban de largo.

Entonces algo hizo detener a la chica.Se quedó fijamente mirando a un punto en concreto. Alguna gente que estaba alli sentada en la parada de metro y que seguían con la mirada su frenético, histérico baile, siguieron la línea de sus ojos para adivinar que miraba asi.
Vieron un chico al otro lado del paso de cebra.Tambien sin paraguas.
Se quedaron mirando unos segundos, y, los espectadores advirtieron, a pesar de que la lluvia lo dificultaba, que la chica estaba llorando.Pero sonreía. Una sonrisa triste, apagada, como cosida, impuesta, disfrazada. Y, como si funcionara como un resorte, comenzó de repente a bailar otra vez, girando, con los brazos extendidos, mirando al cielo, con las gotas mojandole el pelo y la cara: "QUE NO DARÍA YO POR CONTEMPLARTE, AUNQUE FUERA UN SÓLO INSTANTE...!"
La letra se fue convirtiendo en melodía, tarareando el ritmo y luego su voz se fue apagando, apagando...hasta callarse. El chico seguía allí, inmóvil, entre toda la gente.La chica se detuvo de nuevo, agotada, con una mirada infinitamente triste y lo miró de nuevo.
Y salió corriendo. Cruzó el paso de cebra hacia McDonalds, sin respetar los charcos, corriendo y llegó a la otra acera.Llorando, cegada, histérica, desquiciada, se dio la vuelta para volver a mirarlo, pero el chico ya no estaba.El pelo se le pegaba a las mejillas, enmarcando su cara y las gotas prendían de sus pestañas...
De pronto, como si le hubieran sorprendido con el flash de una fotografía improvisada, advirtió que no estaba sola en aquella ciudad, que la gente seguía alli, mirándola algunos, otros absortos en sus asuntos.Toda la ciudad en movimiento menos ella...


"si no tuviera la edad que tengo, quemaría todos mis libros e iría como un mendigo a la puerta de tu casa.Si criatura mía, óyelo bien, como un mendigo a la puerta de tu casa"
Esas palabras de un libro ya olvidado resonaron en su cabeza. Hizo una mueca de felicidad irónica, se secó las lágrimas y, siguiendo las líneas de las baldosas de la acera, como si jugara, siguió caminando...
Un pie delante de otro, pasito a pasito.Mientras, intentó tararear de nuevo la canción, pero la voz se le quebró, y por no llorar, se rió de su debilidad y torpeza."Qué tonta soy".


y siguió caminando...


y caminando...


" y el ansia de vivir nos hizo resistir y no desfallecer..."


(escuchando "Broken" de Evanescence ^^U)