miraba el amanecer, y en ese preciso instante en el que vio al astro rey alzarse victorioso sobre la oscuridad se dio cuenta que no había lugar para el en este mundo.
por que, cuando perteneces a un mundo de ideales amorales e ideas mas poéticas que reales solo te quedan dos opciones, o crear un mundo a tu alrededor o dejarte consumir por el que ya te rodea.
pero a el eso no le preocupaba, solo existía una cosa que le corrompía la tranquilidad de espíritu,
el amor.
ese sentimiento traicionero y tan dulce, esa sensacion de éxtasis y dolor, que esta vez tiraba de su alma como dos grandes caballos en pleno ataque de furia atados por cadenas a su frágil corazón.
no quería sacrificar nada, pero ya había arriesgado demasiado...
el sol ya se veía con gran esplendor, reflejado en el mar, cegando sus ojos... una cuervo despistado aleteo cerca de el y echo a volar...
lo miro fijamente...
"estúpido cuervo, como te envidio"
se levanto y echo a andar sin rumbo,
un corazón sin un hogar donde poder descansar...
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